sábado, 28 de julio de 2007

Salchichas y Marfil

Bienvenidos de nuevo a otra interesante, intrigante, fantástica y vulgar edición del único … de tu blog “Galán en Madríz”.

Madríz o Madrid, capital de España. De seguro que suceden miles de millones de cosas en esta cautivante ciudad; sin embargo la verdad es que he estado muy poco aquí este año 2007. Entre los planes de la junta directiva de tu blog “Galán en Madríz”, está el de un venidero “rebranding”; pero esto todavía está muy crudo.

Lo último y lo más reciente: Este pasado 9 de Junio de 2007 nace en Caracas (Clínica El Ávila) mi séptimo primo: Gabriel Alfonso Alonso.





Lo sé, todo un Galán … como su primo, claro está.

Ya tengo a mis abogados alerta por si encontramos alguna empresa joputa que quiera aprovecharse de los derechos de imagen de mi primo.

Aparte de ampliaciones familiares se cuelan también noticias relacionadas con desgastes corporales y desventuras deportivas.

Por si fuera poco formar parte del “Club de Atletismo” de la empresa, me apunté también a su “Club de Tenis”. Recuerdo que antes de inscribirme pensé: “Yo ya he jugado bastante y más o menos controlo el juego … seguro me los cargo a todos … seré el PUTO AMO!!!”

Nada más lejos de la realidad. Si antes era medio malo jugando, ahora es verdad que doy extrema pena. Jugando con gente muuuuuy normalita y con gente que me confesaba coger una raqueta por primera vez en 10 años, pasé a convertirme en el hazmerreír de la liga. Ni un solo set he podido ganar. En lugar de jugar tenis parecía que estaba jugando béisbol. Todas las pelotas a la pista de al lado. La palabra “Plasta” me queda muy grande. Como si no me bastara perder TODOS los partidos, terminé LESIONÁNDOME en el último. Lesión que además me ha jodido mi otra típica actividad deportiva: el trote o “running”. Cada vez que intentaba salir a correr … un dolor JOPUTA en la rodilla derecha. ¡Bien Galán! ¡La hemos caga’o!

Lo se. Puras energías positivas emanando de mi ser en este momento :D

Habiéndoseme jodido el tenis y el “running”, quedaba acudir a la otra opción: la bici. La verdad es que haciendo bici no me dolía la rodilla.



Sin embargo ya se me ha pinchado la rueda delantera tres veces en lo que va de esta “época bici”.

La verdad es un deporte que me va gustando cada vez más. Al principio deja un dolor de culo asombroso, pero después de que se te forma la “costra” ya se le puede dar sin problemas.

Los días de semana (cuando lo hago) le doy de 10:30PM a 11:30PM, que es cuando ya se puede andar con más tranquilidad por la calle porque hay muchos menos coches. Pocos pueden decir que pasan al lado del Bernabéu cada vez que salen en bicicleta.

Los fines de semana (cuando lo hago) le doy preferiblemente entre 10:00AM y 12:00PM. En estos casos voy a uno de dos parques de la ciudad. El famoso “Parque El Retiro” ubicado en el centro; normalmente desde mi casa bajo por la ultra-pija calle Serrano hasta llegar a la “Puerta de Alcalá” y allí es nada más entrar al parque. El tramo de ida son 4,5 Kms. Y cada vuelta dentro del parque son 3,5 Kms. Si no, entonces voy al “Parque Juan Carlos I” ubicado al nor-este de la ciudad. Me voy en metro (sólo 3 estaciones) y luego cada vuelta interna son 2,8 Kms.

Para esta actividad quien por supuesto no falta es el iPod (iPoz, en madrileño; y de hecho así se llama el mío). He descubierto por cierto el disco idóneo para hacer bicicleta en estos días. Es un disco que tenía empolvado de hace unos pocos años. De un grupo cañero legendario de los 80s y 90s, pero sin embargo es para el año 2003 que sacan este disco, y es uno de los que me gusta más de este grupo. Lo que tiene que sea ideal para hacer bici es la batería. Siempre suena igual. Todas las canciones suena el mismo “páca páca páca … páca páca páca”, pero ayuda increíblemente en las subidas. Se llama “St. Anger” (o el disco de las Santas Arrecheras, como le digo yo) de Metallica.

Pero bueno cambiando de tema un poco.

Al tener un compañero de piso canario, pues se aprende a comer como canario.

El Gofio es un alimento tradicional de esta cocina. Es una mezcla de granos tostados y molidos a la piedra. Su apariencia es similar a la de la harina, pero más oscura y amarillenta.

La forma más común de comerlo es mezclándolo con leche, quedando una especie de cereal para el desayuno.

Sin embargo se come también como se muestra en la siguiente foto.



Esta modalidad se aplica en plan postre después de cenar. Se introduce en la boca una cucharada de Gofio mezclado con un poquito de azúcar (el cual se ve en el envase azul) y luego inmediatamente se toma un trago de vino tinto. Es como tomar tequila con limón y sal. Está excelente!

Quería también aprovechar una edición para mostrar el sucio de “oveja negra”, como le llamo yo, el cual aparece por arte de magia en los suelos de todas las casas madrileñas, especialmente en verano, cuando las ventanas de las casas suelen estar abiertas.



No crean que esto es producto de semanas sin barrer. Esto es producto de una simple semana de inmundicia, tomado solamente de la sala.

Para acabar el preámbulo de esta edición (como la especie de monólogo de los night shows tipo David Letterman, Jay Leno, Conan O’brien, Jimmy Kimmel o Adal Ramones), os muestro la manera ideal de cortar cebolla en la cocina.



Como si nada …

Pero bueno, ahora al melón.

Capítulo I: Marfil

Le tocaba el miércoles 21 de marzo de 2007 a éste, su humilde servidor, volver a tierras del continente africano. Esta vez a un país un poco más conocido, quizás debido más que nada a su reciente participación en la copa del mundo 2006 en Alemania, y quizás también a su nombre un poco exótico.

Conocido por el mundo de habla hispana como Costa de Marfil; luego por el mundo anglosajón como Ivory Coast, y finalmente su nombre original, como país francófono: Côte D’Ivoire.



Otro de esos países cuya capital la conoce su puta madre y el alcalde: Yamoussoukro; y luego la ciudad más grande y más conocida (donde está el aeropuerto y donde yo estuve) era Abidjan (o pronunciado en español: Abiyán).



Esta vez iría con Paulino, quien también se apellida Alonso, con lo cual seguro era mi primo, primo de Fernando Alonso y primo de mi primo que mencioné al inicio de esta edición. En pocas palabras: todo en familia.

Como buen cliente de Air France, subimos un momentillo al CDG (Charles De Gaulle, es decir el aeropuerto que tiene mi nombre en francés, recordad!!!) para luego bajar durante unas 6 horas y media hasta Abidjan.

Esa mañana amanecí con un dolor extraño en el dedo anular de la mano izquierda. A medida que pasaba el día, se tornaba un poco más molesto. En el CDG me tomé una cerveza y a la vez remojaba un rato el dedo en la helada bebida. ¡Aaaaaahhh qué alivio!

Durante nuestras múltiples y variopintas conversaciones, Paulino y yo planificamos las estrategias de varios negocios. Uno consistía en la creación de cinturones de plástico para viajeros, para no tener que quitártelos al pasar por los detectores de metales.

Otro venía ligado al rico argot “majariego” que aprendí de Paulino en este viaje. Majariego significa de “Majadahonda”, uno de los pueblos satélites de Madrid Capital, de donde era Paulino. La idea era diseñar un diccionario Majariego-Español.

Entre las palabras más célebres: Gallumbos (Interiores), Kelis (Casas), Pibukis (Mujeres), Chorbas (Mujeres, pero en plan más vulgar), Makokis (tronco o pana), Makoy (tronco o pana, en plan abreviado), Militronchos (militares), Fuscos (armas), Sibaritas (pijo o sifrino) y finalmente Zupas (zapatillas deportivas).

De allí la frase más célebre del viaje: “Menudos fuscos llevan esos militronchos”.

Pero bueno … ya en pleno vuelo a Abidjan se me va poniendo ese dedo un poco “hinchado” y el dolor subía poco a poco. De momento esperando que fuese algo leve y que se me pasase al día siguiente.

Horas más tarde llegábamos al “Félix Houphouët-Boigny International Airport”. Hacemos la cola de inmigración. Nos sellan el pasaporte pero por alguna razón justo encima del visado. Luego inmediatamente me para un tío y me dice - “Police! Can I please have your passport?” (esto con acento francés, lo cual lo hace 232.029 veces más complicado de entender). Yo se lo doy, él lo mira y luego me dice que por qué me pusieron el sello sobre el visado. Yo inmediatamente pienso - “¿por qué no le pregunta a su puta madre? o ¿por qué no se lo pregunta a la puta abuela de la puta que me selló el puto pasaporte de los cojones?”. Sin embargo respondí con un moderado y bastante amortiguado - “No idea”. El caso es que me lo devuelve y me dice que la próxima vez no deje que me sellen sobre el visado. Al parecer algo muy normal.

El caso es que recojo mi maleta y al salir intento ubicar al driver que estaría esperando, supuestamente con un letrero indicando mi nombre. Sin embargo se me acerca un señor y me dice “Mister Galán?”, con lo cual asumí que era el driver y procedía a acompañarle cuando de pronto me grita Paulino por detrás: “¡Carlos!, ¿a dónde vas?, ¡que aquí está el driver!”. El tío que me decía sí que llevaba un letrero que ponía mi nombre Carlos Galán – Ericsson.

¡Flipante!

Mi teoría era que el menda que me revisó el pasaporte simplemente miró mi nombre y a lo mejor se lo pasó por radio al coleguita afuera para hacerse pasar por mi driver, y luego lo que Dios quiera ...

Bueno, estas son mis teorías conspiratorias, a lo mejor exagero un poco :D

Apenas salimos del aeropuerto nos paran los queridos amigos militronchos, a quienes les he prometido traer una tortilla de patatas cuando vuelva por todos los detalles que tienen conmigo cuando voy.

Siguiendo el estricto “guideline” que os expliqué en una de las ediciones de “The CAR Show” de “African Military Approach (AMA)”, nos pidieron los pasaportes, lo cuales iban todos en regla. Luego comenzaron a preguntarnos cosas en Francés, y yo por supuesto les dije mi prefabricada frase para ir al África francófona “Je ne parle pas français” (Yo no hablo francés). Inmediatamente me dicen, “Do you speak english?”. Yo para evitar rollos posteriores les dije, “Sorry, me little english”. Y sin pelos en la lengua me dice: “Money please!, we want Money!”. Y contesto: “Sorry, me little english”. En eso me pregunta: “Where you from?”. Y digo: “España, ¡somos españoles tronco!”. En eso llaman a otro puto hijo de p … … …, perdón, a otro cándido militar detrás, el cual viene y nos dice: “Queremos dinero! Dinero!”.

Para eso sí que son políglotas los grandes cabrones hijos de puta. Lo siento con mi vocabulario en esta edición, pero verán el cariño y el aprecio que le tengo a las fuerzas militares en este continente.

En fin, llegábamos al Novotel de Abidjan. Mucho mejor este hotel que el de CAR. De la conocida cadena europea “Accor”.



Con piscina, gimnasio y un pequeño parque a la orilla de la bahía donde echarse unas birritas un domingo por la tarde. Si no preguntadle al Paulino …



Pues esa primera noche en el hotel me levanté sobre las 2:30AM con un dolor realmente intenso en el mencionado dedo, el cual ya parecía un pepino, o más bien una zanahoria. Para estos casos de emergencia tenemos ciertos contactos telefónicos. Después de buscar durante 5 minutos por mi disco duro encuentro un documento de viajes de cuando fui a CAR. Llamo al primer teléfono de una empresa aseguradora en UK. Me piden el código el cual pone en el documento y me dicen que me llaman pronto.

Mientras tanto yo allí con el dedo sumergido en agua a temperatura ambiente, porque ese concepto de cavas de hielo automático en los pasillos de un hotel es demasiado americano para este lado del charco.

Sobre las 3:45AM me llama otro tío desde Sudáfrica y me dice que el servicio que ellos proporcionan es sólo para ciudadanos británicos y australianos, que lo sentían mucho. Aquí se me salió por el teléfono un clarísimo y contundente “¡¡¡ME CAGO EN LA PUTA!!!”.

Inmediatamente busco otro número; el de AMEX en España. Cuando llamo y doy el número de la tarjeta de crédito con la que se compran los billetes aéreos, me dicen que la tarjeta había caducado el noviembre pasado. Aquí la vulgaridad fue mayor y más larga, pero la operadora sí que me entendió (porque hablaba español). Luego un poco como asustada me dijo no me preocupara, que intentaría ver si era porque tenían un número nuevo de tarjeta, que me llamaría luego.

Allí pues sobre las 4:30AM caminando de un lado a otro de la habitación sobándome el dedo. Éste es uno de esos momentos vulnerables en los cuales apetece irse como niño pequeño de 4 años a meterse en la cama de los padres (justo entre los dos, y sin preguntar) porque algo duele o porque se tiene alguna pesadilla. A falta de padres “on-site” procedí a alimentarme con no uno, ni dos, sino tres biberones nutritivos de Black Label, a ver si me calmaba un poco. Me acuesto, y en efecto caigo un poco víctima de los nutrientes y del palizón del viaje.

Sobre las 6:00AM me llama la misma operadora de AMEX de España y me dice que sí, que efectivamente la empresa tenía un nuevo número de tarjeta de crédito y que me volverían a llamar cuando ubicaran un médico disponible en Abidjan.

Sobre las 8:00AM no había recibido llamada. Ya me iba con Paulino directo a nuestra oficina en Abidjan a hacer el reconocimiento y luego pedir algún médico recomendado. Para aquellos masoquistas que se estén preguntando ahora “¿podemos ver el dedo?”. Mi respuesta: “Aber klar!”



Aparte de la montaña de pus asquerosa que se observa en la imagen, lo que no se puede apreciar realmente es el vulgar grosor de ese dedo para entonces. Poniendo ambos dedos anulares uno frente al otro se notaba una diferencia COJONUDA.

Pues un doctor de apellido Hussein (cabe destacar) fue el elegido para hacerme una mini-operación en mi primer día en Abidjan. Antes de comenzar me dijo “tápate los ojos”, y yo como niña de 6 años me los tapé de manera que no me entrara por los ojos rayo luminoso de ningún tipo de longitud de onda. Empezaron las inyecciones de anestesia. Dolía un huevo cada joputa. Después de meterme dos chuzazos, esperamos como 15 minutos pero todavía movía el dedo perfectamente. En eso pensé - “joooooooooodeeeeeer, lo que me espera”. En eso me meten dos chuzazos más. “¡Putas!”, como diría algún colega mexicano en la oficina. Después de 20 minutos más todavía se movía un pelín, pero casi no lo sentía. Aquí empezó la carnicería sin piedad alguna. De vez en cuando se sentía algún retortijón.

Finalmente después de unos días de dedo vendado y algunos antibióticos … “voilá”. No more pain. Aunque la primera vez que me quitaron la venda para limpiarme vi al mismísmo Lucifer (REF: Satán, Satanás, Luzbel, Diablo) en ropa interior!!!!

El tener oficina local (en Ivory Coast) nos permitía conocer más gente de la empresa. Todos se quedaban en el Novotel (con desayuno incluído :D). Además del Project Manager, quien bajaba en “gallumbos” (calzoncillos) y con el pelo despeinado y apuntando a una dirección en concreto (propio del recién despierto) directo al desayuno en el comedor del hotel; estuvimos también trabajando todo el tiempo con colegas de Lagos (Nigeria), quienes venían a aprender un poco.

Olakunle, o bautizado como “the city boy” (porque vive en Lagos).



Y Tosin, o cuyo nombre completo es Olutosin, y a quien llamábamos “the picky man” por sus maneras un poco pijas y selectivas de ser a la hora de comer :D. Impresionante la cantidad de follones que le armaba este hombre a la mitad de la fuerza laboral de restauración de Abidjan … - “Good Lord! I ordered this with red peppers, not green! And this is completely burned, holly mother of God!”



Yo le decía que su nombre parecía el nombre de un medicamento para la tos: “When feeling down, coughing, with a sore throat and very weak; there’s nothing more effective and relieving than … OLUTOSIN 500ml.”

El hotel muy bien como decía, lo único que la televisión era realmente pobre. Aproximadamente el 95% de los canales estaban en puto francés. Me convertí en el fan número de 1 de CNN International. Ya era fanático de los reporteros, tanto de los de Londres: Adrian Finighan, Todd Benjamín, Charles Hodson y Fionnuala Sweeney, como los de Hong Kong: Hugh Riminton y Kristie Lu Scout, así como los de Atlanta: Rosemary Church, Jim Clancy y Stephen Frazier. Sin olvidar por supuesto al de deportes que grita más que Chávez: Terry Baddoo; el loco, también gritón y que viaja más que los de Ericsson: Richard Quest; y finalmente el más egocentrista y vanidoso de todos: Anderson Cooper.

Inclusive, recuerdo las principales noticias en el mundo para esa época; las cuales repetían sin cesar en CNN International.

- Captura de soldados británicos en aguas iraníes.
- Tratado “Open Skies” entre US y EU, habilitando a cualquier aerolínea americana o europea volar entre cualesquiera dos puntos de Europa y Estados Unidos.
- Asesinato del entrenador de Cricket de Pakistán en la World Cup en Jamaica.
- La celebración de los 50 años de Larry King, en los cuales la gente votaba para luego seleccionar 5 de sus mejores programas y ponerlos de lunes a viernes, uno por día, la semana de la celebración.

Además de CNN, también veía DW TV, para practicar un poquito el alemán, bueno, cuando se veía bien.

De la clásica ronda de bebidas locales puedo contaros de:



FLAG: Excelente cerveza del “Ouest-Afrique” (West-Africa).



TUBORG: Una un poco fuerte, pero que no es tan popular. Justo escribiendo estas líneas me doy cuenta que es en realidad danesa, de Copenhagen en particular … ¡qué cosas!

Y finalmente la manera más fácil e inconfundible para el hispanohablante de pedir una botella de agua en un país francófono.



¡AWA!

Entre las curiosidades que pude observar durante mi estancia en este país, están entre otros, los taxis de Abidjan.



Me dio la impresión de que el 99.99% de los taxis de la ciudad eran Toyota Corolla (de todos los años: 80s, 90s y 00s), y además de color naranja chillón, como se observa en la imagen anterior. Tambien se observa el “skyline” de la zona de “Plateau” (la zona “pija” de Abidjan).

Color naranja que además de estar en la bandera (como la de Irlanda pero al revés) …



… es también el color de la selección nacional liderada por la actual estrella del Chelsea de Mourinho: Didier Drogba



Seguramente tras una encuesta en las calles de Abidjan el 90% diría que Drogba es el marfileño más importante de los últimos tiempos.

Abidjan es una ciudad que me recuerda mucho a Ciudad de Panamá (islotes unidos por puentes en una bahía y con edificios altos en algunos de los islotes).

El hotel también se las traía.

Incluyendo el maravilloso “trono” que ofertaba, recluido en un pacífico “cuarto de meditación” de 2 metros cuadrados.



Sitio ideal, pacífico y budista para alcanzar el nirvana y poder hacer en estado etéreo las correspondientes ofrendas a la bahía. Prácticamente quedas con las piernas cruzadas, los ojos cerrados y flotando a 2 centímetros del trono mientras se hace la gracia.

Ya en el segundo cuarto de baño, el que tenía la ducha y el lavamanos, se ponía una advertencia en la pared bastante inminente para los huéspedes.



Sí, la verdad me impresionó también.

La gerencia es muy estricta en lo que respecta a la manera correcta de desechar los restos de bombas de agua utilizadas durante las fiestas de carnaval. Siempre en la papelera o “poubele”, nunca a través del trono, porque se tapa!!!

Y aquí rápidamente una acotación al por qué mi referencia a este artefacto como “trono”. El problema es que es una de las cosas que más nombres / sinónimos tiene en el idioma español. En lugar de decantarme por una de las opciones locales “poceta”, “retrete”, “letrina”, “inodoro”, “WC” o “sanitario”; utilizo el término más “internacional” y de alcance global para los propósitos de este blog … tú blog “Galán en Madríz”.

Ahora, continuando con el hotel. Me dí cuenta de una manera fácil y rápida de determinar el grado de desarrollo y civismo de un país.



Si la mesa de ping pong de un hotel 4 estrellas de un país está amarrada con una cadena y un candado, desde luego que no estamos hablando de ninguna potencia mundial.

El trabajo estuvo contundente diría yo. Tres semanas de “tiki taka” como diría el más carismático narrador de fútbol durante de copa del mundo de Alemania del año pasado: Andrés Montes. Una vez estuvimos 36 horas seguidas trabajando, por desventuras en nuestro recorrido por alcanzar el éxito, :P

También conocimos a un canadiense que estaba más loco que una cabra, pero muy buena gente. Y es normal, llevar 2 meses sólo en uno de estos países de Dios seguro que debe dejar huella en la sanidad mental de cualquier persona. Era una persona contratada de manera temporal por el operador móvil a quienes les hacíamos el trabajo. Él vivía en Canadá, su familia estaba allí, y se la pasaba viajando por países de Dios haciendo su trabajo. Su trabajo era bastante curioso. Se encargaba de construir “from scratch” (desde cero) antenas parabólicas (satelitales). A partir de láminas metálicas, cabillas y todo el “package” se construía la antena parabólica entera y la conectaba a los equipos de transmisión, etc, etc, etc. Siempre lo veías al pleno sol, montado en su “armatoste” con una camiseta como turbante y tratando de comunicarse con otros 20 negritos que hablaban francés, bastante graciosa recuerdo esa imagen.

A continuación tocamos el tema de la comida.

Una de mis observaciones en la mesa de restaurantes de países africanos es la eterna presencia de un tarro de mostaza.



¿para qué? … no lo se

No importa si el restaurant es francés, local, chino, árabe o qué. La mostaza no falla!!!

Por cierto, esto va especialmente con el lector venezolano. Si usted creía que el venezolano de hoy se conocía porque no vivía en Venezuela, usted no conoce mundo, usted probablemente sólo ha salido de su casa para ir a Mérida, La Puerta, Los Cayos y El Venado; y si es un poco más pudiente habrá viajado seguro a Aruba o Miami a hacer compras injustificadas y carbonizarse al sol mientras se ríe del mundo ji ji ji, ja ja ja.

Compitiendo fuertemente con los chinos, está este grupo particular: Los Libaneses. No hay un rincón del planeta donde no haya un restaurant libanés; y si es África entonces se dará cuenta que el dueño del supermercado es libanés, la mitad de los restaurantes son libaneses, dueños de hoteles minoritarios son libaneses, etc, etc, etc. Son los landlords del África subsahariana.

Aquí recordé lo buena que es la comida libanesa. En la siguiente imagen “Falafel” al fondo, y “Tabaquitos” o “Feuilles de vigne” en el frente.



A mitad de viaje ya me aburría de comer libanés. Al fondo una porción de “Humus”, al frente a la izquierda “Kibbe”, y al frente a la derecha el espectacular “Taboule”.



Antes de regresarme a España estaba sin embargo ya hasta los mismísimos huevos de comer libanés.



Un plato que sin embargo jamás imaginé comerme en África es el siguiente:



¡qué clase!

Probablemente el mejor atún que haya comido en un japonés EVER!

Sólo con mirar el color que tiene …

Recuerdo que Olutosin me dijo “Can I taste this piece of salmon?”, a lo cual le respondí – “Of course, hope your self”. Tan solo meterse el salmon a la boca su rostro comenzaba a transformarse. Sus ojos miraban a todo su alrededor, y decía – “How strange this salmon tastes” … “Just as if it was …”; y aquí interrumpí – “RAW?” … “raw of course, like Sashimi, no?”. En eso se le salió un – “holly shit!”, y mientras se sacaba elegantemente el trozo de la boca y sus cejas en forma de las torres Kio de Madrid (REF: buscar en Google “Torres Kio Madrid” y seleccionar “Images” e imaginarse una cara). A la vez en mi se conjugaban simultáneamente dos sentimientos contradictorios; por un lado la carcajada obvia de la situación, y por otro el sentimiento de frustración al haber perdido una pieza importante de salmón de un siempre escaso plato de sushi/sashimi.

Esto me recuerda a una historia que me contaba mi MAAAADEEEEREEEEE (REF: mujer que me parió) cuando siendo ella una niña nacida en España y de padres españoles y hermana mayor española, estaba un día en el colegio o en un paseo con el colegio, no recuerdo exactamente, el caso es que a la hora de comer una compañera no había llevado comida y mi MAAADEEEREEE decidió compartir la suya, que como buena española que era, era una fabulosa paella de mariscos. Mientras comían me parece que la niña se asusta y creo que mientras gritaba volteó su plato de paella porque decía que había visto una cucaracha enorme en su plato (un set de maravillosas patas de pulpo). Por supuesto el sentimiento de ARRECHERA / ENCABRONAMIENTO de mi MAADEEREEE se puede deducir claramente.

Pero bueno, volviendo a la comida marfileña. También aproveché y comí platos criollos, entre ellos el “Kedjenou Poulé” o “Pollo Keyenú”.



La típica comida de los países de esta zona son carnes de res, pollo, cordero o pescado bañados hasta “las tapas” de cualquier tipo de salsa. Ésta en particular tenía un toque picantoso.

Y para cerrar el tema aperitivesco, en Côte D’Ivoire me terminé acostumbrando (al igual que en CAR) al efecto birra-mosca.



Y es normal, si yo fuera una mosca que viviera en África, pasando más calor que sevillana encerrada en su casa con las ventanas cerradas un 15 de agosto, lo primero que haría sería lanzarme en picada a una piscina HELADA!

Uno de esos sábados, nos esperaba una merecida playita después de tanto curro. El destino sería Assinie. Una especie de mini laguna o bahía justo frente al mar, y en la cual se accedía a través de una pequeña embarcación. Quedaba aproximadamente a hora y media o dos horas de Abidjan en sentido Ghana (hacia el este).



Aquí con el mejor “driver” que tuvimos; Julian, ya montados en la embarcación hacia la plashita. Como verán la embarcación tenía un motor de última generación … de esos que llevan los botes de persecuciones de James Bond.



Él fue nuestro único driver acuático del viaje. Lo que lleva en la mano no es un remo, sino un palo que toma impulso desde el fondo.

Hablando de drivers …

Nos tocó uno la mayor parte del tiempo, el cual se portaba muy bien, nos buscaba relativamente a tiempo, nos llevaba a comer a donde le decíamos (a pesar de machucar el francés, más bien hacíamos señas metiéndonos comida imaginaria en la boca, entre otros), etc. Se llamaba Draman. Sin embargo tenía una debilidad. Yo no considero nada malo invitar al driver a comer con uno de vez en cuando. De hecho me parece un gesto de agradecimiento por tener a esta persona que está siempre vigilante de uno en estos países de Dios a los que vamos. Sin embargo, a éste le decíamos “el chulo” o con más clase aún “DA PIMP”. Una cosa es invitar a comer, la otra es bajarse del coche siempre y sentarse todos los días a comer y cenar con nosotros sin invitación y JAMÁS verle sacar la cartera. La OSTIA! Luego, por si fuera poco, recuerdo un día que nos levantábamos de la mesa para irnos pero en eso me vuelvo a la mesa a por el cambio el cual se me quedaba en el platito típico donde lo ponen, pero lo veo vacío, a la vez que velozmente se alejaba el conductor del sitio en cuestión a “encender el coche” …

O sea un driver que se autoinvita a comer y que para colmo de males se pilla el cambio. TÓCATE LOS COJONES!!!

De seguro que si lo que me hubiera volteado a coger hubiera sido un pescado vivo, seguro que hubiera visto el plato vacío y al driver mirando al techo, con las mejillas infladas y una cola de pescado bailando en la boca, tratando de zafarse.

Pero bueno, en fín Serafín; ya una vez en la playa conocimos a un par de perras (no es por insultar a un par de mujeres; hablo de verdaderas perras, caninas), igual que en el restaurant de CAR, con lo cual quedaron automáticamente bautizadas como: “Ramona y Simona”.



De un pedigree extremadamente puro y con clase. Si fueran magos serían “pure bloods” y se apellidarían “Malfoy” o “Weasley”.



Y era además excelentes guardaespaldas. Sólo basta con verificar la siguiente imagen.



Uno en cada flanco de protección. La foto es un poco lejana por lo que no se observa el pinganillo (REF: auricular) que llevaban Ramona y Simona en su orejas izquierdas. Cuando quería una FLAG (REF: la cerveza local de la que os comenté al principio COÑO!) se los decía por un pequeño transistor y en seguida se veía como se ponían la garra en la oreja para atender el llamado y salían corriendo a por el pedido.



Poco a poco se iba cicatrizando la bestialidad sufrida en mi pobre dedo. Por la manera en que se reflejaba el sol en mi mano pude deducir aproximadamente la ubicación del sol y de allí calcular que eran poco más de las 14:30h.

Pasados unos días …



… así se veía mi dedo anular izquierdo.

Una persona que se portó muy bien con nosotros era quien controlaba a todos los drivers de la oficina de Abidjan de Ericsson: Rudolf. Cuando necesitabas a un driver, lo que había hacer era llamar al Rudolf y él te ponía a un driver en la puerta del hotel. Nivel, ¿no?

No sólo era buena gente y muy atento, sino que era como se dice en Madríz: “EL PUTO AMO”.

Una noche nos sacó por ahí de “marcha” en su furgoneta deportiva de lujo. Primero fuimos al restaurante de la hermana. El restaurante era su casa. Llegamos Olutosin (el de Jerez), Olakunle (el de Fuenlabrada), Paulino, Rudolf y yo, y nos sentamos en el frente de la casa que estaba junto al patio; justo en las sillas y mesa que usaban supongo para echarse un domingo por la tarde a rascarse la barriga. Para calentar motores, unos gin tonics. Y luego uno de los mejores festines culinarios que me he dado en el África subsahariana. Otro pollo en salsa pero llamado “Poulé DG” con excelente e inconfundible arroz blanco, gloriosos plátanos fritos y recuerdo también un pescado de entrada que estaba bueno … para FLIPAR!

De allí nos llevó a una “casa de chicas perversas” o conocido graciosamente en España como “puti-club”. Yo por supuesto entraba con mentalidad de monje tibetano. Te sentabas y comenzaba el espectáculo. Recuerdo que sonaba de fondo la canción bomba del momento: “Mutila Mutileeeeee, Mutileeeeeee, Aiiiioooooo …. Mutila, Mutileeeeeee, Mutileeeeeeee, Aiiioooooo …. Praka, tu praka, tu praka, tu praaaaa”, la cual de manera incansable e incesante e intentado conseguir en la red, pero hasta el sol de hoy, de manera no fortuita. Luego habían en el escenario varias barras como la de los gimnastas, quienes se montan y comienzan a columpiarse en ellas y saltar y cambiar de brazos, e historias … El deporte aquí consistía en estirar piernas (la estiraban y la ponían sobre la barra) y hacían el baile del tolón tolón … Para luego proseguir a sentarse arriba en la barra, doblar las rodillas poniéndo la barra en el doblez de las piernas y dejarse guindar hacia atrás moviendo el par de razones como se estuvieran a punto de causar una fisión nuclear. Parecían unas vampiras (boca abajo). Luego lo típico que se acercaban y también se “auto-invitaban” a un trago mientras buscaban clientela. Yo la verdad que no se cómo, pero terminé “rapeando” con par de “damiselas”. Las dos partidas de la risa, supongo que no estarían acostumbradas a este tipo de “clientes”. Lo cual tampoco les cortaba de meter mano ocasionalmente, a ver si cuajaba un negocio. Mientras tanto me volteo y veo a otra sentada encima de uno de los que venía con nosotros en el grupo, con las piernas detrás de su espalda y haciéndole el baile árabe este del vientre. Luego le dije “Now I notice how shy you are …” (por la mañana nos dijo que era penoso … claro claro).

De allí nos fuimos a una disco “The Ritz”. Aquí una huella del sitio con el Pau.



Un garito nocturno muy pero muy diferente a cualquiera de los que fui en CAR. Esto parecía más bien un sitio nocturno de cualquier país medianamente civilizado del mundo. Gente normal, que viene a pasárselo bien, y no a hacer “business”. Los gin tonics seguían su curso, por supuesto.

Ya sobre las 3:30AM voy a la pista a decirle a Rudolf que ya nos pirábamos al hotel que ya estábamos muertos, y él me dice que me espere 20 minutos que él nos lleva, a lo cual accedo sin problemas. Sin embargo Pau me dice - “vámonos”. Yo le digo - “que Rudolf nos lleva en 20 minutos, me ha dicho”. Y continuaba Pau – “vámonos Carlitos … TRANQUILAMENTE … vamonos TRANQUILAMENTE”. Yo pensé – “bueno, qué demonios”. Salimos a la puerta y pillamos un taxi. El taxi por supuesto que estaba en pleno y potente HEDOR … “Si vous plais, NOVOTEL!”.

Si nos situamos en el siguiente mapa …



El centro de Abidjan está como he dicho en una bahía con zonas de tierra conectadas por puentes. Salíamos de “Treichville” (zona de restaurantes y sitios nocturnos) en un taxi en dirección al hotel que estaba en la zona de “Plateau” (donde están los edificios más altos de la ciudad). Por supuesto para llegar al hotel habían tres opciones:

a) Nadar a la orilla opuesta
b) Auto-dispararse de un cañón y llegar volando a la orilla opuesta
c) Cruzar en el taxi alguno de los “NEFASTOS” puentes

La verdad no se cuál es más nefasto, si el puente de Charles de Gaulle o el puente de Felix Houphouët-Boigny, pero era el centro de concentración de las fuerzas del “órden” de Abidjan … los PUTOS militronchos.

Por supuesto que nos pararon apenas vieron a dos blanquitos sólos en la parte de atrás de un taxi. Y prosiguió lo típico, mirar pasaporte con una linterna, cuestionarlo, “Gálan o Galán”, “Espagne?” (aquí pensé “No, de Gibraltar HIJO DE PUTA”). Y allí sin dejarnos pasar a pesar de tener todo en regla porque simplemente no les pagábamos. Y del otro lado el taxista cabreado porque estaba perdiendo el tiempo. Paulino por supuesto como estaba en una onda un poco más elevada de lo normal les gritaba - “You don’t know who you are talking to, do you?”; y justo pensaba yo – “a la mierda! Paulino cállate por el amor de Dios … qué dices???”. Y seguía el Pau dando caña – “You know Paco, do you know Paco?, from the United Nations?” … “Call Paco Carlos, Call Paco NOW!”. En mi mente – “madre mía, qué estoy haciendo?, de aquí a Hollywood vamos Paulino y yo, a Hollywood”. “You have NO idea who you are messing with!!!”, y lo decía cabreado pero con una sonrisa porque el PUTO Paco nos venía a rescatar. Entre pito y flauta a los casi 45 minutos de estar llamando a Paco nos dejan libres, sin haberles pagado todavía un céntimo.

Luego feliz y contento de haber llegado a “Plateau”, y a punto de dar el último giro para llegar al hotel, OTRO PUTO PAR DE PUTOS MILITRONCHOS nos hace señas con las manos. Bueno, otros 30 minutos más de peleas, discusiones, y Paulino gritando – “Call Paco Carlos, Call him NOW!” – “Dios!, here we go again!!!”. Finalmente sobre las 04:30h llegábamos al hotel sin haber pagado un centavo a las fuerzas militronchas marfileñas. Todo un milestone para el viajero a países de riesgo. Eso sí, menuda recompensa se llevó el driver cuando nos dejó en el hotel. 50 eurazos del copón le dimos.

Pasaban los días y mi intención era visitar a un par de amigos que viven en Alemania y aprovechar el jueves y viernes santo que estaban venideros para irme un fin de semana largo. Pero el proyecto se retrasaba y mis esperanzas de visitarlos se apagaban de nuevo (son los mismos a quienes les dejé plantados PAR de veces en el mes de diciembre 2006, una de ellas para su boda). Como dirían por ahí, “la tercera es la vencida” … ¿o ni tanto?

Recuerdo también el día en que se presentaría Incubus en Barcelona. Ellos en Barcelona y yo en Abidjan pensaba yo. Ese mismo día mirando noticias musicales en Internet veo una noticia de hace una semana: “Incubus pospone su gira europea porque el guitarrista deberá someterse a una operación de la enfermedad de túnel carpiano de su mano derecha”. La verdad nunca me había alegrado y celebrado tanto que a alguien en el mundo le diera la enfermedad de túnel carpiano.

Otro día fuimos a visitar el balneario o como le decía yo “El Club Libanés” (obvio el por qué).



El cual contaba con esta curiosa y pintoresca planta.



Aquí mientras intentábamos simular rostros de fans en un concierto de rock, parecíamos más bien sufrir de cáncer de colon.



Al fondo la piscina con la comunidad libanesa de Abidjan.

El último fin de semana estuvimos en otra playa, como a 2 horas de Abidjan y recuerdo volver a sorprenderme de la fuerza y arraigo que lleva la serie televisiva “24” en el África subsahariana.



Realmente no importa el color de piel, la religión, sexo, edad o nacionalidad … TODOS ven a Jack Bauer. Es como diría Michael Jackson en uno de sus famosos temas de los 90s: “It don’t matter if you’re Black or White”

El proyecto exitosamente finalizado y volaríamos un martes por la noche para llegar el miércoles al medio día a Madrid. El lunes se me ocurre que a lo mejor me pudiera tomar jueves y viernes libre para ir a visitar a estos mendas alemanes (bueno venezolanos viviendo en Alemania). Buscando reserva aérea consigo un muy buen precio con una aerolínea, no española y no alemana, sino más bien chilena!

Este Airbus 340 procedente de Santiago de Chile, paraba en Madrid, dejaba pasajeros, subía a otro grupo más y partía hacia Frankfurt.

La cosa era que tenía que pedirle permiso a mi jefa para pillarme esos dos días, con lo cual el mismo martes que volábamos de regreso (martes 10 de abril de 2007) dejé en standby el billete aéreo (reservado pero no comprado), con derecho a comprarlo 24 horas después, justo un par de horas antes de que saliera el avión. A falta de teléfono ya le dejé un correo a mi jefa, cuya respuesta esperaba encontrar en mi buzón a mi llegada a mi casa en Madrid (sobre las 13:00h del miércoles 11 de abril de 2007) y el vuelo a Frankfurt saldría sobre las 16:00h.

La salida de Abidjan y del aeropuerto se efectuaron dentro de la total tranquilidad de un aeropuerto de un país civilizado, pero feo.

De regreso el vuelo haría una escala técnica en Lomé (capital de Togo) para luego continuar a CDG.

¿llegará Carlos a irse a Alemania ese mismo miércoles?

¿aguantará la presión?

¿le aparecería una “chica perversa” dentro de la maleta al abrirla en casa?

Lo único que recuerdo estar bastante estresado en CDG esperando el vuelo a Madrid.

¡me cago en tó!