sábado, 16 de febrero de 2008

Pollo Aglidulce a la Nalanja

XIAN – Sábado 1 de septiembre de 2007

A las 11:00AM estaba llegando finalmente el tren a la estación de Xian.

Con la espalda quebrada en dos gracias al maravilloso colchón en el que dormí durante el viaje nocturno, me dirigí rápidamente a la HIPER-cola para comprar el billete de tren del próximo trayecto. Un DESASTRE de cola. La “cola de los coleados”. Se coleaban delante del que fuera, y la gente tan normal. Tanto el coleado como el idiota que se deja colar. Esto se ve que ya viene “embedded” en la cultura china. Con mi mandarín ya un poco más pulido y mis dotes de Marcel Marceau logré adquirir sin problemas el correspondiente ticket. Me dijeron que el único tipo de cabina que quedaba era “Hard Seat”, y en ese momento pensé – “Bueh … tan malo no será”.

Luego, con el sol del mediodía quemándome la frente y la puta mierda de chorizo que decidí llevar como equipaje a cuestas, tomé la sabia decisión, con par de huevos, de irme andando desde la estación de trenes al hostal. Decisión que refuté a los 5 minutos de camino y tomé un taxi al cruzar la esquina. Mi mandarín iba sublime. A la primera vez ya me entendió el taxista la dirección: Nan Men (South Gate).

El hostal: Xi'an Shuyuan International. 40 yuanes la noche (4 Euracos). También decente y limpio.

Tenía día y medio para gastar en Xian. Es una ciudad relativamente grande (aunque pequeña para ser de China), con una población de aproximadamente 3 millones de personas. El centro de la ciudad es amurallado (un rectángulo de 2,6 Kms de ancho y 4,2 Kms de largo). Justo dentro es donde están la mayoría de cosas para ver en la ciudad.

Lo primero alquilar una bici para ir a darle una vuelta a la muralla de Xian!



Tras pasar la entrada se suben unas escaleras y se recorre la muralla por arriba. Un paseo bastante recomendable. Bonita vista.



A mi izquierda casas de techos típicos chinos.

En la siguiente foto, se puede observar a lo ancho y largo uno de los pasillos de la muralla.



Esta sección está casi bautizada “Me, I and Myself”.



Aquí de nuevo se observa la incongruencia temporal de las cosas en China. Una cabina de teléfono moderna al lado de un antiquísimo control de guardia de la muralla, el cual data de los años de Lupita Ferrer (REF: Actriz de la República Independiente del Zulia, caracterizada por sus papeles de malévola en telenovelas; como cuando hizo de “Valeria” en “Rosalinda”, de “Victoria” en “Soledad” y de nuevo con el nombre de “Victoria” en la telenovela venezolana de 1985 “Cristal”, en la cual según wikipedia “su maldad sólo es comparable a su ansia sexual”).

Sin comentarios …



Esto es lo que se llama una buena inversión. Y con esto me refiero al trípode que adquirí el mismo día que salía de Madrid. Haces las fotos que quieres y te da tiempo de ponerte del lado correcto. Algunos se preguntarán “¿por qué no le pedías a alguna persona que te hiciera una foto?”. La respuesta a esto es: NO! … GRAN ERROR!!! La verdad es que no es por tirármelas de Anton Corbijn, ni Mark Romanek ni del estilo, pero es que hay en realidad gente PELIGROSA allí “out there”. Vaya PETARDOS de fotos que toman muchos. Cabezas cortadas, fotos borrosas, fotos en movimiento, desenfocadas (con cámaras de auto-focus … FLIPANTE!!!) y cosas luego más impresionantes como DEDOS ATRAVESADOS EN EL FLASH o DEDOS ATRAVESADOS EN EL LENTE. ¿pero qué se creen estos? ¿águilas acaso? (que toman la cámara con las garras). Madre del amor hermoso, perdona a estos pecadores. Amén.



Más fotos de mi tour por la muralla de Xian.



Aquí con la bicicleta más barata pero más asquerosa que he alquilado jamás. Bastaba con ir a buen paso y luego intentar frenar. El tráfico y la gente en las calles se paraban y se volteaban a donde estaba yo cada vez que intentaba frenar dado el increíble y desagradable sonido que generaba esa mierda, aparte de que tenía que ayudarme como los picapiedras (poniendo las PATAS en el suelo a que rocen hasta frenar del todo). Supongo que será para darle un toque interesante al paseo, no lo sé.



La siguiente es la nueva foto de los sellos postales de 10 Yuanes.



Una foto “aérea” de otro de los hostales del área. Se parecen mucho unos a otros.



Mi hostal era más chulo, que tenía unos leones de piedra en la entrada, :P

Saliendo de la muralla de Xian, me dirijí a caminar un poco por las calles principales de Xian.

Uno de los íconos más conocidos de la ciudad: The Bell Tower.



De día …



… y de noche …

Durante mi caminata me encontré con una anciana casi sin dientes y con lentes de “culo de botella” que vendía un alimento extraño. Alimento del cual pedí una tacita.



De lejos se veía curioso. De cerca ya un poco sospechoso.

Bastó con darle un pequeño mordisco a aquella semejante MIERDA para darme cuenta de lo que era. Sin embargo mi tacañería me hizo darle un par de bocados más. Que resultaron ser más bien par de ESTOCADAS a la dignidad y a la salud de todo mi sistema digestivo. Era como comer paja de consistencia dudosa y una salsa agria ASQUEROSA. ¡Qué asco de alimento!. ¡Vaya PORQUERÍA hecha comida!. En fin.

Sitios donde pasé el resto del día y que merecen visita son la calle de la caligrafía, la calle del oeste (Xi Lu) y el barrio musulmán “Muslim Quartier”.

Aparte otra sesión de sushi barato en la China esa noche: 15 Euros. ¡Excelente!

XIAN – Domingo 2 de septiembre de 2007

Despertaba sobre las 08:00h listo para otro paseo a las afueras. Era el “highlight” de Xian. El destino: The Terracotta Army.

Se toma un autobús en el estacionamiento de la estación de trenes, el cual tiene como parada final este sitio. Mi mandarín venía perfeccionándose como vengo diciendo. Tenía que encontrar el autobús en un estacionamiento plagado de autobuses con destinos diversos. Esta vez me costó un par de veces que me entendieran pero exitosamente logré pronunciar decentemente mi destino: Bingma Yong (traducción literal: Estatuas funerarias de soldados y caballos). Y de nuevo, en un autobús de 25 personas, 24 eran chinos y uno un maracucho/madrileño.

Después de a lo mejor una hora o un poco más de viaje, y después de pasar por campo traviesa y pueblos tan horrorosos como Cabimas (REF: Poblado horripilante ubicado en la Costa Oriental del Lago de la República Independiente del Zulia. Población con una alta asistencia al psicólogo dado los efectos deprimentes de este “shit hole” del mundo. A pesar de su horripilación tiene una gaita zuliana dedicada.), llegábamos a la atracción.

Un sitio bastante amplio y lleno de jardines. Este sitio fue hallado por un granjero en el año 1974, y se trata de una armada completa de soldados hechos de terracota que fueron enterrados con el emperador de Qin, cuyo objeto era el de ayudar a crear otro imperio con este tío en el más allá.



Por supuesto que este era OTRO patrimonio mundial de la UNESCO.



Esta foto como ven es un claro ejemplo del homicidio fotográfico. El logotipo de la UNESCO cortado un cacho y luego la foto torcida notablemente. Cuando vi la pantalla LCD para observar el resultado de la foto del chino este, le ofrecí otra de mis falsas sonrisas mientras él me decía – “Good!!! … Good!!!”.

El área constaba de tres grandes depósitos techados (o “pits”) en los cuales estaban ubicadas las armadas de soldados y caballos.





Dicen que todos y cada uno de los soldados son hechos a imagen y semejanza de otro soldado. Es decir, que son todos diferentes unos a otros.



Los “pits” eran realmente impresionantes.





Por supuesto debía de documentar mi presencia de alguna manera. Aparte del trípode, mi técnica manual auto-fotística seguía siendo bastante efectiva, y mucho mejor que pedirle a uno de esos criminales sueltos que me tome una.



De frente …



… y de espaldas …

Unos ya estaban en un estado bastante delicado, como se ve en la anterior imagen.

Finalmente, el sitio por fuera era visualmente muy agradable.



Pasillos largos y delineados.



Espacios amplios y de arquitecturas minimalistas.



Eso sí, plagado de chinos.

Y por supuesto otra de los sellos postales del gobierno Chino, esta vez de 20 Yuanes.



Como decía antes, lleno de jardines tipo japoneses. Ordenados y simétricos.



Ya de regreso a la ciudad, hice una pequeña parada en la zona externa de la muralla para visitar el “Small Wild Goose Pagoda” (Pagoda del pequeño y salvaje ganso). Pagoda es el nombre que se le da a este tipo de torres de varios pisos en los países del lejano oriente como China, Tailandia, Japón y Corea. Construidos con fines religiosos y de los que se dice que están cargados espiritualmente.



En Xian había dos parecidos. El “Big Goose” y el “Small Goose” Pagodas. Curiosamente el “Small” era el más alto y el “Big” era el más chato.

En el museo se mostraban fotos de cómo percibían los locales del siglo XII a los pagodas de sus ciudades. La gente de las más altas clases miraba a los Pagodas con respeto y admiración.



Sin embargo, la gente de las clases populares le tenía cierto resquemor a las torres, ya que pensaba supersticiosamente que les iban a quitar sus pocas pertenencias.



En esa época era Xian la capital de China y desde allí reinaban los Ñángaros. Los ñángaros eran criaturas perversas, con cara de mala leche y bastante testarudos e impertinentes. Unos eran de piedra y otros más peludos.



No fue sino hasta Abril de 1202 cuando se rebeló la raza humana de a pié en contra del reino ñángaro. Logrando así su aclamada independencia. La revuelta fue liderada por el campesino “Chow Yun Fat”.



Hasta el día de hoy ha permanecido la estatua del último rey ñángaro en el museo del “Small Wild Goose Pagoda”.



Ya cerca de las 18:00h me detenía para observar el diagrama de planificación y programar mi salida de Xian hacia mi siguiente destino.



Tras una rápida cena de noodles fríos extraños en el “Muslim Quarter” (unos blancos, otros transparentes y otros marrones con salsas picantes), me dirigí al hostal y de allí taxi a través del infernal tráfico Xianero hasta la estación de trenes que se encontraba justo detrás de la muralla norte de Xian.

La estación como siempre de desnalgue absoluto. A lo mejor de 50.000 personas que habrían, 49.997 chinos, 2 que parecían más gringos que un “hot dog” y 1 maracucho-madrileño.

Al entrar al tren veo la fulana cabina “Hard Seat” que me tocó, y justo maldije aquel momento cuando pensé inconscientemente - “Bueh … tan malo no será”.

Era un solo asiento largo para 3 personas con una mesa igual de larga en frente y justo después otro asiento largo igual pero volteado, con lo cual tenías a dos personas a los lados y 3 justo frente a frente. Estirar las piernas: MISSION IMPOSSIBLE. Los 5 con los que estaba sentado eran parte de una familia que creo que era del Tíbet por sus rasgos físicos y que aparte el tren venía procedente de Lhasa (Tíbet). El padre, y 2 tíos sentados frente a mí, y 2 de los hijos sentados a ambos lados de mí. La comunicación fue complicada. Y los cabrones se reían a cada rato mientras se decían cosas y me miraban. ¡Joputas!

Lo peor de todo no era eso, sino que aparte que sería otro mega-largo viaje como el anterior, tendría que dormir sentado, sin estirar las piernas, con la cabeza tirada encima del pecho o hacia la espalda y con uno de los hijos usándome de almohada y el otro dándome cabezazos toda la noche.

Barato pero MALO CON COJONES!!!

Recomendación de todo corazón: NUNCA JAMÁS viajar en “Hard Seat” en un tren nocturno.

A pesar de toda la tortura china nocturna, me iba aproximando paulatinamente a uno de los “highlights” del viaje a China.

YES … STILL TO BE CONTINUED …

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